martes, 27 de diciembre de 2011

Estancia en Braga, Portugal: El inicio

Un poco de historia….

Braga, ciudad de Portugal, en primera instancia con el nombre de Bracara, quizá en relación con una tribu celtibérica (conjunto de pueblos de la Edad de Hierro que hablaban lenguas celtas pertenecientes a una de las ramas de las lenguas indoeuropeas) de Bracatí, llamados quizá así según reportes por su atuendo. Posteriormente se le agregó el nombre de Augusta cuando fue conquistada por los romanos (279 a.C.), convirtiéndose en la capital de la provincia romana da Gallecia en el siglo III.

En el siglo XVI, se considera la edad de oro de Braga, cuando gracias a las iniciativas del arzobispo Diego de Sousa se embelleció la ciudad con iglesias, (+ de 30) palacios, cruces de calvario y fuentes. Debido a todas estas construcciones, y por la amplia variedad de arquitectura barroca, neoclásica y rococó, a Braga se le conoce en la actualidad como la ROMA DE PORTUGAL.

Caminando por Braga….

Braga es una ciudad pintoresca y muy tranquila, donde se puede caminar sin rumbo por su casco antiguo, disfrutando de sus momentos y edificios históricos. A lo largo de este blog iré escribiendo sobre todos los monumentos que nos invita a conocer esta linda ciudad.

Aquí, los portugueses usan la palabra saudade lo cual es una palabra difícil de traducir como tal. Lo más acertado sería como melancolía, nostalgia, tristeza. Y este blog estará lleno de “saudade” y bastará con que lean y vean los monumentos, iglesias, calles de sus ciudades, para entenderlo.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Todo tiene un inicio que esta en el cosmo... POEMA Raiz amorosa


Antes que el viento fuera mar volcado,
que la noche se unciera su vestido de luto
y que estrellas y luna fincaran sobre el cielo
la albura de sus cuerpos.

Antes que luz, que sombra y que montaña
miraran levantarse las almas de sus cúspides;
primero que algo fuera flotando bajo el aire;
tiempo antes que el principio.

Cuando aún no nacía la esperanza
ni vagaban los ángeles en su firme blancura;
cuando el agua no estaba ni en la ciencia de Dios;
antes, antes, muy antes.

Cuando aún no había flores en las sendas
porque las sendas no eran ni las flores estaban;
cuando azul no era el cielo ni rojas las hormigas,
ya éramos tú y yo.

Chumacero, Alí